Sala de lectura

De



SIEMPRE EL MAR


        Desde el fijo perfil del horizonte
        entre crestas de espumas altivas y elegantes,
        hasta el manso cristal que lame las arenas,
        los violines del agua
        nos descubren la suave sinfonía
        que escribieron los dioses
        en viejas partituras de azules pentagramas.

        Rompe la superficie
        un rayo de luz zigzagueante
        para buscar el corazón del mar,
        que en ocultos corales se desangra.




De



CON LABIOS DE ENREDADERA

        Con labios de enredadera
        humedecieron mis besos
        tus pechos de fina perla.
        Yo fui lamiendo tu piel,
        dibujando con mi lengua
        líneas de amor en tu cuerpo,
        blanco como las estelas,
        como la luz que abre el día,
        limpio color de camelia.

        Caracola de tus muslos,
        nácar de tu flor abierta
        que entregabas a mis manos,
        como si fuera una ofrenda.
        Y yo sentía mis senos
        como margaritas tiernas
        que tus manos desojaban
        acariciando sus yemas.

        El amor, aquella noche
        nos acercó las estrellas.




De
CEREMONIA(1)


¿A DÓNDE VA  EL SOLDADO?

¿A dónde va el soldado
con su fusil de sombra
como una cruz al hombro
de inútil sacrificio?
Siempre en nuestro costado
queda abierta una herida,
y a veces
un cuerpo que siempre será ausente,
con el alma de hielo
regresa a nuestro lado  cubierto de banderas
que nunca resucitan a la carne.
Las lágrimas de siempre, muchas lágrimas
y una maldición
que no acaba en los labios.


(1) Publicado en múltiples revistas




De



EN NOMBRE DE LOS SIGLOS

  ¿Quién quebrantó la estrella de tu herida
  para cortar de un solo tajo
  tu iridiscente fe?
  Yo busco en viejos libros
  sin evitar su olor a templo,
  la voz
  que ha coronada tantas profecías,
  para calmar  la duda.
  La palabra es a veces
  el disfraz más perfecto de la idea,
  y me revelo
  contra esa esencia nuestra
  que no quiere enfrentarse
  al pulso silencioso de la nada.

  Pero a pesar de toda la tristeza,
  volvemos a la vida cada día
  como si se tratase
  de la liturgia más sagrada.

  Y cuantos dioses hemos inventado
  para no tener miedo.




De



REFLEXIÓN

       No quiero descubrir
       la noche que regala perfume a la memoria,
       tan sólo conocer  ese color que alumbra
       e ilumina la carne
       oculto en nuestra historia,
       matices que se esconden y se pierden
       donde la luz no habita,
       y luego nos devuelve
       una mentira ciega para andar por el mundo.
       No olvides que las nubes no esperan
       con la vieja lluvia del otoño,
       inevitable noria que vive como el tiempo,
       y vuelve, siempre vuelve
       a dorar nuestros mitos.
       Las cicatrices no traicionan,
       y la tierra se esconde a nuestros pasos,
       si nuestros pies profanan su silencio.




De



PRIMER DIBUJO

       Tus manos se inauguran
       sobre el blanco papel
       con una larga línea que se enlaza
       rompiendo geometrías,
       ángulos obedientes desdoblados
       entre espirales múltiples,
       color rojo y azul en puntos esparcidos,
       un cosmos que nadie reconoce
       pero que tú das nombre,
       caballos y ,montañas, una casa o un río
       y una mujer paseando por la orilla.
       Después, ya nunca volveremos
       a ver tan claro el mundo como entonces lo vimos.




De



EN EL PARQUE

       En el parque vecino que frecuento
       cerrado por la valla de los años
       esperan cada día con las horas
       doce o catorce gatas, se acurrucan
       en el rincón que linda con la calle,
       y sus ojos como astros diminutos
       esperan algo más que la comida.
       Una mujer se acerca con dos bolsas
       - en el barrio la llaman “la loca des gatos”-
       como una fantasía
       de caprichoso impresionismo gris,
       pinceladas que tiemblan entre los adoquines
       que  se escaparon de algún cuento
       perdido entre los pliegues de la infancia.
       Con sus manos de pan y de trabajo
       mordidas sin piedad por la pobreza,
       ofrece su alimento como un rito,
       el deber de la vida, que ella sabe,
       lo que es sentirse un trozo de universo
       que no le importa a nadie.
       Es diciembre clavado por el frío,
       mientras el sol derrama
       la luz de Chamberí por las aceras.





De



CON FERVOR DE AMANTE

              A Hipatia.

  Con el  fervor de amante busco
  las rosas y los libros
  que se perdieron para siempre,
  por estas viejas calles que se deslizan hacia el mar,
  labio de sol, Alejandría,
  música oculta de tu nombre.
  Los zarcos ojos de tus aguas
  conocieron tu paso entre las genes
  que hasta tu voz llegaron para entender el mundo,
  pero la fe que teme la razón
  busca la fuerza de la espada para imponer su                                                                     
  nombre
  sobre los dioses más antiguos.
  Y se escribió la Historia con renglones terribles,
  monjes sin luz marcaron su crueldad
  sobre tus pechos de mujer,
  con cortes de cerámica desmembraron tu cuerpo,
  y su rabia suprema  hacia la pira
  para borrar el símbolo con sus manos impúdicas,
  y te cubrieron de silencio.
  Hay semillas que tardan en dar flor
  y traspasan los siglos más oscuros,
  hoy la memoria de la lluvia
  humedece tu espíritu y te llamo,
  Hipatia, Hipatia, para que vivas en mi verso.





De



INEVITABLE VOZ

  Eres la voz que llagas
  con acento de música a mi oído,
  inevitablemente llegas,
  como llega la lluvia que reposa
  en el cuerpo esponjoso de la nube
  con su mirada de promesa,
  y llegas,
  en idilio perfecto, desde el fondo del alma,
  el don que nos define
  desde la noche del principio,
  buscando en el azul la respuesta al enigma,
  y llegas,
  con el fervor que  adorna a las madres ausentes,
  inevitablemente llegas,
  como llega la sangre a las heridas,
  como llega el frío abrazando a la nieve,
  como llega la luz coronando la noche
  con su color de sófora en la piel,
  como llaga el amor o el desengaño,
  y así misma se crea y se recrea,
  la voz que nos renace, la palabra,
  la inevitable voz que somos,
  pues la raíz es siempre un gran misterio
  que define la vida.





De



ACUDES HASTA MÍ

  Aunque hoy no te nombre ni te llame,
  acudes hasta mí,
  cuando la vida regala sus favores
  y no pides factura,
  cuando la vida aprieta la garganta
  como el humo imposible,
  cuando la vida quiebra
  a golpe d esperanza,
  cuando la vida llega a desgastarnos
  como vieja reliquia,
  cuando la vida trae la música
  o el dolor que espanta los racimos,
  cuando la vida, guardiana poderosa
  vigila nuestros límites,
  cuando la vida, digo,
  borda sobre nosotros alegrías o tristezas
  en bastidor de hierro,
  su palabra desciende y me recoge,
  poesía que llegas, sin hacer ningún ruido.





De




LA MEMORIA DE LAS ACACIAS

  Las acacias recuerdan otros tiempos,
  el color de los días sin color,
  del mayo resignado
  que recogía todas las tristezas
  que desprende el invierno,
  y los niños ajenos al pasado,
  jugaban disfrazándose de niños,
  es la imaginación que oculta el hambre
  en las horas terribles.
  Las diminutas flores
  de las viejas acacias
  revestían de blanco las aceras,
  con su maná inocente,
  y era igual que un milagro
  ese toque de luz.
  Lo mismo que la sangre me recorre
  para seguir viviendo
  con su pulso constante,
  deambulo por calles y glorietas,
  Madrid del corazón,
  no me importa hacia donde,
  pues tu babel me sigue reclamando.





De




LA NIÑA QUE QUERÍA SER MECENAS




       Las visitas son así, ya se sabe, siempre hacen las mismas preguntas a los niños. A mí también me lo preguntaron.
       — ¿Qué vas a ser de mayor?
       — Quiero ser mecenas, — respondí.
       A mi padre casi se le cayó la taza de café de la mano y mi madre me miró con unos ojos como si hubiese entrado un ratón en la sala.
       Las dos viejas, que así me lo parecían, se rieron mirándose la una a la otra, como dos loritos en la misma jaula, ero sin jaula, que además daban unos besos apretados y húmedos cuando se despedían, que yo intentaba evitar.
       Terminó la visita, digo la merienda, y mis padres a la hora de la cena no evitaron la pregunta.
       — ¿Así que quieres ser mecenas?
       Yo no contesté, pero mi padre, tan didáctico como siempre, me dijo para que lo entendiera: “Un mecenas es una persona que ayuda a otra a hacer algo bonito que le gusta, como la pintura o la música, pero para eso hay que tener dinero, mucho dinero”.
       Esa noche me dormí recordando las palabras de mi padre:“hay que tener dinero”
       Al día siguiente, en el parque al que iba a jugar por las tardes, como yo no tenía dinero, regalé mis muñecas a otras niñas.





De




       La Q es una O a la que le han puesto la zancadilla.
       Las mujeres tienen dos pechos porque Caín y Abel eran mellizos.
       El ombligo es el 0 del cuerpo.
       El afrodisíaco es negro.
       A san Justo por poco no le hacen santo.
       La luna nueva, también es viejísima.
       Las banderas son patrias de trapo.
       El pasado es ingrato, siempre nos abandona.
       La patata es una fruta que se cree que se ha muerto.





De



FANTASÍA NOCTURNA

       El tacto de la sombra nos rodea,
       silenciosa simiente que  ilumina el deseo
       urgente de tu piel
       y cómplice mi lengua se desliza
       y sigue dócilmente
       la línea que doblega tu garganta
       como una rama tierna.
       Irreverente es la Naturaleza
       que desafía el universo,
       cuando huyen las estrellas de su Olimpo
       y bajan a tus muslos
       y en tu cuerpo se redimen las horas,
       como peces inquietos que perdieron su mar,
       y descubro tu sexo
       y el sabor de sus aguas azules,
       azul marino, azul que nos rodea,
       como una fantasía
       que aprendió de los sueños.





De




IMPRENCINDIBLE Ñ

       Eres la original y la emblemática,
       la indomeñable  hija de dos enes,
       y acuñada en la historia que tú tienes,
       única, amén de aristocrática.

       Risueña y musical para poetas,
       llevas un lazo encima de la frente,
       preñada de sentido y diferente,
       envidia de las bes hasta las zetas.

       ¿Cómo sin ti, cantiña o desengaños,
       entrañable, niñez o cumpleaños,?

       cercana cuando escribo, soñadora,
       y en mis noches también inspiradora

       ¿cómo escribir sin ti, cariño, otoño,?
       Y como dijo  Umbral, España coño.





De



 LA MAESTRA

       La infancia ha sido  y es el territorio
       al que dedico la ilusión de cada día,
       una escuela olvidada es mi mundo,
       a veces tan cerrado
       como un pequeño bastidor;
       pero éste es mi universo y es mi historia,
       el maternal instinto que yo entrego
       al entregarme yo.
       No hay premio más valioso
       que los ojos de un niño
       que  ha aprendido a leer,
       la magia que se esconde en un escrito,
       el limen necesario,
       la puerta que se abre
       a la luz de los primeros cuentos,
       la dulce fantasía
       de la que sólo él tendrá la llave
       de esa felicidad.
       Ha terminado el curso,
       me voy a la ciudad con mi familia,
       volveré pronto
       y volveré a ponerme el traje oscuro.





De



PÁJARO SOLITARIO DE LA TARDE

       En toda gran dirección
       más de lo que te imaginas,
       las ladillas peregrinas
       aprovechan la ocasión
       de rápida promoción
       a costa de cualquier cosa,
       y hacen como la babosa
       que va manchando el camino,
       poco a poco, con gran tino,
       mientras te cavan la fosa.





De



QUINIENTOS PARNOCIKLES Y ALGUNOS PORNOCIKLES


       Los hombres tienen dos testículos, las mujeres dos o varios.
       Suena mal, pero existe  el “pan de poya”, pero no la polla de pan.
       Nunca dio marcha atrás, porque no le gustaba su pasado.
       Se llama sexo oral, porque a  muchos después les gusta contarlo.
       La frase “mano de santo” la inventó un masturbador.
       Algunas viudas tienen recuerdos impenecederos.





De



LA INSPIRACIÓN


       La inspiración es ave misteriosa,
       que en la noche se posa en nuestra rama,
       y desde su silencio nos reclama
       con la delicadeza de la diosa.

       Nos seduce lo mismo que una diosa
       que enciende el corazón como una llama
       con el ardor ferviente del que ama,
       y con su voz cercana y cadenciosa,

       y nos despierta como la primavera,
       alerta la intuición que nos espera
       con la fuerza de un símbolo o un emblema,

       y un día sin aviso para el duelo,
       abre sus alas levantando el vuelo
       y nos deja su adiós en un poema.





De




EL ROCE DE TU CUERPO
       El roce de tu cuerpo
       me abre a los sentidos
       de flor en primavera,
       como un temblor de aire
       el deseo se asoma
       en espiral continua
       y me empuja a tu lado
       con la fuerza del agua
       hasta tu pecho,
       sin la necesidad
       de que olíbano alguno
       nos perfume la tarde.
       Mientras,  las luces se disfrazan
       con sus viejos vestidos
       de color ambarino, flavo, carmín,
       malva oscuro y morado,
       hasta llegar la noche.
       No importa que la luna
       esté presente o no,
       porque tu abrazo es como un nido,
       y en él yo me protejo
       del mundo y de las sombras.





De



TIERRA SIN LUZ QUE MIRA AL CIELO


       Eres tierra sin luz donde nacimos,
       abrazo que anudó nuestra existencia,
       la madre  germinal,  viento y esencia
       y sede natural donde vivimos.

       Marcaste con amor nuestros caminos
       dejándonos los siglos como herencia,
       de tu sabiduría y tu presencia
       que en nuestro cuerpo de mujer sentimos.

       Siempre te han contemplado desde el cielo
       las lejanas estrellas y la luna,
       y el sol que te ha cubierto con su velo

       dorada luz, con su mayor fortuna.
       Eres parte y raíz de nuestra historia
       y guardas nuestra huela en tu memoria.